sábado, 21 de septiembre de 2013

¡Nominado!

Hola a todos! hoy he sido nominado por http://unmundodeso3adores.blogspot.com.es y se lo agradezco en el alma. Ahora pasemos a responder las preguntas y nominar a los blogs:







1 - Si pudieras vivir en un libro, ¿en cuál sería?

En el libro de "The Walking Dead" o "Harry Potter"

2 - ¿Te gustan los refrescos con gas o sin gas? 

Con gas.

3 - ¿Te gustan los animales?

Sí.

4 - ¿Cuál fue el libro que te inició en la lectura? 

Pipo y pipa.

5 - ¿Dónde apuntas tus ideas si estás fuera de casa?

En una hoja en sucio o en la palma de la mano.

6 - ¿Eres de libro o kindle? 

Ambos.

7 - Si tuvieras la oportunidad de cambiar algo que te ha ocurrido o pasado, ¿lo cambiarías?

Sí.

8 - ¿Crees en la magia o piensas que todo tiene truco?

Pienso que todo tiene truco.

9 - ¿Por que decidiste crear tu blog? 

Para compartir con los demás mis historias.

10 - ¿Cuál es tu mayor sueño? 

Ser feliz junto a la mujer que amo de por vida.

11 - ¿Crees que las palabras pueden cambiar vidas? 

Yo creo que sí.







1 - ¿Te gusta rodearte de amigos o prefieres estar solo?
2 - ¿Cuál es tu asignatura favorita?
3 - Si te dieran la oportunidad de protagonizar una película, ¿cual te gustaría que fuera?
4 - ¿Eres de libro o kindler?
5 - ¿Te gustaría escribir y publicar tu propio libro?
6 - ¿Alguna vez has soñado que vuelas?
7 - ¿Cuál fue el primer libro que leíste?
8 - ¿Cuál es tu plato favorito?
9 - ¿Escribirías un libro en conjunto?
10 - ¿Qué género prefieres para leer?
11 - ¿Quién es hasta la fecha tu escritor o escritora favorita?








1 - Compases rotos >> http://compasesrotosips.blogspot.com.es/
2 - Las vigilantes de sueños >> http://lasvigilantesdesuenos.blogspot.com.es/
3 - Amando las palabras >> http://elhogarpalabras.blogspot.com.es/
4 - La biblioteca de dos amigas >> http://lablibliotecadedosamigas.blogspot.com.es/
5 - Rumbo a Derry >> http://rumboaderry.blogspot.com.es/
6 - Mirar, leer, saber >> http://mirarleersaber.blogspot.com.es/
7 - Milibroteca >> http://milibrotecalandia.blogspot.com.es/
8 - Tu vida en frases >> http://tu-vidaenfrases.blogspot.com.es/
9 - Que leer que quiero leer >> http://queleerquequieroleer.blogspot.com.es/
10 - Sueños de papel >> http://lectoraadolescente.blogspot.com.es/
11 - Disfrutando de muchos libros >> http://disfrutandomuchoslibros.blogspot.com.es/


















viernes, 20 de septiembre de 2013

Nogradamiun: La maldición de las piedras - Capítulo 2: El edificio

N O G R A D A M I U N
La maldición de las piedras


Capítulo 2: El edificio


Pensé que entre antes me presentara a la cita antes volvería al apartamento y terminaría la novela para mañana. Así que, me levanté del escritorio y me duché para cambiarme de ropa y salir sin demora. Por consiguiente, salí del apartamento y bajé hasta el sótano donde estaba estacionado como de costumbre mi humilde vehículo, dicho vehículo que, para que tú lo entiendas, no sorprendería a ninguna mujer. Sinceramente, no estaba de ganas para ir a ningún lado, el clima actual era ideal para pasarla en casa abrigado, con chocolate caliente y una película de dibujos animados. Sin embargo, no tenía otra alternativa, quiero decir, sí la tenía, pero no me parecía de buen gusto no ayudar a mi abuelo, no después de todo lo que ha hecho por mí. Gracias a él, reuní lo suficiente como para pagarme los estudios, el carnet de conducir y los primeros meses de comunidad de mi edificio. Además, me ayudó tanto como pudo para conseguirme un puesto de trabajo en aquello para lo que había estudiado durante tantos años, programador de videojuegos en una empresa de juegos de aventura gráfica llamada Blukoón. Por desgracia, la empresa no es tan conocida como otras, de hecho, no hacía más de dos años de su apertura y desde entonces ha trabajado en un único videojuego. De poco éxito si te interesa saber. Por ese motivo, el sueldo no es tanto como deseara pero, tengo la esperanza de que con el tiempo ganaré lo suficiente como para permitirme el lujo de cumplir algunos de mis sueños. Por otro lado, tengo a la venta algunos de mis libros y pizco a pizco me ayudan a llegar a fin de mes. Aunque para ser sinceros, si no fuera por mi trabajo actual, no tendría otra que volver a vivir bajo el mismo techo que mi abuelo. Que no me desagrada tampoco pero, no tengo edad para que me mantenga nadie y mucho menos un pobre pensionista.


Calle soledad veintiuno – 00:16 de la noche (California)


Volviendo al tema que verdaderamente importa, llegué tiempo más tarde a mi destino, estacioné el vehículo delante del edificio señalado en la nota y bajé del coche. No se oía un alma, nadie caminaba por la zona y  todas las luces de las ventanas estaban apagadas. Luego entendí porqué. Miré mi reloj de pulsera y la hora que marcaba me dejó impresionado. Gracias a que, según mi abuelo, el restaurador estaba dispuesto a recibirme antes de la una y, el reloj, señalaba las doce y dieciséis minutos. Podría haber llegado más temprano pero no había caído en los lejos que estaba la casa hasta que entré en la calle. No podía perder más tiempo si lo que tenía en mente era terminar hoy la obra para la editorial, así que, subí las escaleras del portal y me detuve ante el telefonillo del edificio. Busqué el piso del restaurador y, cuando lo localicé, pulsé el botón y esperé a que respondiera o directamente abriese la puerta. Por alguna razón, nadie contestó ni abrió la puerta. Lo volví a intentar por segunda vez y esperé, pero más de lo mismo, daba la impresión de que no había nadie en casa. La única manera de entrar en el edificio era que cualquiera de los propietarios abriese la puerta desde su apartamento o, en otro caso, saliese casualmente. La posibilidad de que alguien saliese del edificio era poca teniendo en cuenta el horario pero, eso no quería decir que alguien no estuviera despierto aún. Así que, solo tenía la opción de llamar a cualquiera de los pisos y rogar que me abriesen la puerta. Claro que, me arriesgaba a que me tiraran figuras por la ventana o me trataran de forma vulgar. Aún así, no me quedaba de otra y debía arriesgarme. Llamé al octavo piso y esperé.

- ¿Sí? ¿Quién es? – Contestó un hombre.

- Buenas noches. Discúlpeme si le molesto pero necesito con urgencia que me abra la puerta del portal –

- ¿Y por qué iba yo abrirle la puerta a un desconocido? ¿Es usted policía? – Preguntó.

- No – Dije.

- ¿Es usted del cuerpo de bomberos? –

- No, me temo que no –

- ¿Es propietario del edificio? – Prosiguió.

- No, de haber sido propietario tendría mis propias llaves, ¿no cree? –

- Entonces, ¿quién demonios es usted? –

- Me llamo Niko Vilianne. Soy programador de videojuegos y estoy aquí para visitar a un restaurador que vive en el piso nueve – Dije.

- ¿Y por qué me molestas a mi entonces? –

- Porque he llamado a su portero pero no contesta –

- ¿Se le he ha ocurrido pensar que igual no se encuentra en casa? – Insistió.

- No es posible, habíamos quedado antes de la una –

- Habrás entendido mal o tal vez te hayas equivocado de piso –

- Estoy seguro de que no. ¿Piensa abrirme la puerta en algún momento de la conversación? – Pregunté.

- Ni loco te abriría la puerta. No se te ocurra volver a molestarme o llamaré a la policía –

- No se preocupe, prometo que no volveré a molestarle –

El propietario del octavo piso no iba ayudarme a entrar en el edificio por mucho que le suplicara, iba a tener que intentarlo en cualquier otro piso. Llamé al tercer piso y esperé.

- ¿Diga? – Contestó una mujer.

- Buenas noches. Soy Niko Vilianne, me he dejado las llaves del portal en mi casa y a estas horas de la noche nadie quiere abrirme la puerta, ¿podría ayudarme usted? –

- ¿Niko Vilianne? No me suena su nombre. ¿No será usted un ladrón de casas, no? – Comentó.

- ¡No, no! Soy programador de videojuegos. Solo quiero entrar en mi casa, ¿va a ayudarme o no? –

- No lo sé, no me fio de usted. ¿En qué apartamento dice que vive? –

- Eh…en el cuarto piso –

- ¿Cuarto piso? ¿Qué letra? –

- Cuarto b –

- ¿Cuarto b? Ahí vive la señora Monserrot –

- Eh…sí, lo sé, yo soy su hijo –

- ¿Te estás quedando conmigo? La señora Monserrot no puede tener hijos, es parapléjica de nacimiento – Dijo.

- ¿He dicho su hijo? Quería decir…su sobrino –

- Eso es imposible, su sobrino lo perdió hace unos meses en un accidente de coche -

Doce pisos y he tenido que coincidir con la propietaria que se sabe la vida del resto. Vaya suerte la mía.

- Olvide lo que le he dicho. ¿Me hace el favor de abrirme la puerta? –

- ¿Para qué robes a cualquiera de nosotros y caiga luego sobre mi conciencia? –

- No voy a robar a nadie, ya le dicho que… -

- Lárguese enseguida o me veré obligada a llamar a la policía – Amenazó.

- No hará falta que lo haga. Buenas noches –

Tenía que conseguir entrar de un modo u otro en el edificio, de momento no había tenido suerte pero no podía rendirme a la primera de cambio, debía de continuar intentándolo si quería hacerme con la piedra y volver a mi casa cuanto antes. Llamé al décimo piso y esperé.

- ¿Si? –

- Buenas noches. Soy el repartidor de pizzas – Dije.

- ¿Repartidor de pizzas? Yo no he pedido ninguna pizza, ha debido de equivocarse de piso –

Piensa Niko, piensa…

- Eh…sí, pero resulta que es usted uno de los mejores clientes y la empresa ha decidido premiarle con dos pizzas tropicales –

Podría habérseme ocurrido otra cosa pero…ponte tú en mi lugar.

- ¿Cómo es posible? Ni siquiera me gusta la pizza –

- ¿Ah, no? – Dije.

- No, de hecho, de gustarme no se me ocurriría nunca pedírmela con frutas –

Estaba claro que no iba a conseguir nada haciéndome pasar por repartidor de pizzas. No con este por lo menos.

- En ese caso no le molestaré más. Disculpe las molestias –

- No hay problema – Terminó.

Estaba agotándoseme la paciencia, el tiempo estaba corriendo deprisa y en menos de nada iba a perder la oportunidad de encontrarme con el restaurador. Lo intentaré por última vez y, en caso de volver a fracasar, llamaré a mi abuelo y le explicaré lo que ha ocurrido. Llamé al quinto piso y esperé.

- ¿Quién llama a estas horas? – Contestó.

- ¡Felicidades! ¡Acaba de ganarse la posibilidad de entrar en un sorteo donde podrá usted…! Bah, olvídelo, se me han acabado las ideas. ¿Sería usted tan amable de abrirme la puerta para poder encontrarme con un amigo? –

- ¿Y por qué no llama a la puerta de su amigo? –

Supuse que diría eso.

- El caso es que no contesta y me preocupa –

- ¿De verdad? Bueno siendo así te abriré –

- No sabe cuánto se lo agradezco - 

No se imagina cuánto.

Este propietario me hizo el favor de abrirme la puerta y, de inmediato, aproveché para entrar en el edificio.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Nogradamiun: La maldición de las piedras - Capítulo 1: La llamada

N O G R A D A M I U N
La maldición de las piedras


Capítulo 1: La llamada


Apartamento de Niko Vilianne – 23:08 de la noche (California)


Estaba terminando de escribir mi novela de aventura hasta que me interrumpió una llamada de teléfono…

- ¿Diga? – Contesté.

- Hola Niko. Siento molestarte a estas horas de la noche -

Reconocí la voz del llamante al instante.

- No te disculpes abuelo – Dije. - ¿A qué se debe tu inesperada llamada? –

- Tengo que pedirte un pequeño favor. Necesito que hagas algo por mí, algo de suma importancia –

- ¿Un favor? ¿De qué se trata? –

- ¿Recuerdas la piedra de la que te había hablado? – Preguntó.

- ¿La que desenterraste en Praga? –

- Sí – Confirmó.

- Entonces sí, la recuerdo. ¿Qué pasa con ella? –

- La envié hace unas semanas a casa de un viejo amigo restaurador para que la restaurase –

- Entiendo, ¿qué más? –

- Resulta que me acaba de llamar para que me pasase por su apartamento a recogerla – Dijo.

- ¿Y dónde está el problema? –

- Estaría encantado de ir yo mismo pero casualmente estoy agripado y tengo que guardar reposo –

- Y quieres que me presente en su apartamento por ti para recogerla, ¿no es cierto? –

- No tengo intención de molestarte, no te lo pediría si no fuera urgente - Comentó.

- Abuelo, sabes que nunca me niego a tus peticiones pero me temo que esta vez no tengo otra alternativa –

- ¿Por qué no? – Curioseó.

- Tengo que terminar el libro para antes de mañana o la editorial me denegará la ayuda –

- Comprendo. En ese caso no quiero entretenerte más –

- Lo siento, si hay otra cosa que pueda hacer por ti… -

- No, no. Siento haberte interrumpido Niko, ya nos llamaremos –

- Espera abuelo… -

No me sentó agradable negarle mi ayuda, aunque tuviera un motivo de peso.

- ¿Sí? –

- Iré por ti a recoger esa piedra –

Lo pensé mejor.

- ¿De verdad? si no puedes…lo entiendo –

- Tranquilo. Supongo que no me llevara mucho tiempo hacerme con ella, ¿o sí? – Dije.

- Lo único que tienes que hacer es presentarte en su apartamento y recogerla, luego puedes volver a trabajar en tu historia y terminarla. No te robara más tiempo de lo necesario –

- En ese caso, puedo ayudarte – Decidí.

De todas maneras, llevaba horas escribiendo los últimos capítulos de la historia, no iba hacerme mal dar un paseo y despejar la mente. Así que… ¿qué mejor excusa que esta para llevarlo a cabo?

- Gracias Niko, no sabes el tremendo favor que me haces –

- Estamos para ayudar. Ahora cuéntame con más detalles –

- Acabo de enviar un mensaje de texto a mi viejo amigo para que sepa que tú te presentaras por mí en su apartamento, ¿tienes donde apuntar la dirección? –

- Un segundo… - Contesté.

Tenía un bloc de notas en el escritorio, sin embargo, no veía a simple vista un lápiz o bolígrafo para escribir en él. Abrí los cajones que tenía incorporado la mesa y los registré hasta que por suerte encontré un lápiz desgastado.

- Prosigue –

- Calle soledad veintiuno, portal doce, noveno piso y letra b –

A medida que me decía apuntaba en el bloc.

- ¿Lo tienes? – Se aseguró.

- Calle soledad veintiuno, portal doce, noveno piso y letra b. Sí, lo tengo – Leí. - ¿He de presentarme a una hora determinada? –

- A ser posible antes de la una, luego no es seguro que te reciba –

- Saldré de inmediato –

- ¡Ah, Niko! – Exclamó.

- ¿Qué? –

- Una vez la tengas contigo…guárdala con tu vida y no se la muestres a nadie pase lo que pase, ¿de acuerdo? –

- Está bien pero… ¿por qué es tan importante para ti esa piedra? ¿A qué se debe tanto misterio? –

- No creo que sea conveniente decírtelo por teléfono, podrían estar oyéndonos en estos momentos –

- ¿Oyéndonos? ¿Quiénes? –

- Niko, te prometo que responderé a tus preguntas cuando nos veamos, ¿vale? –

- Como quieras –

- ¡Ah, otra cosa! – Manifestó el abuelo. – Recuerda llamarme una vez la tengas contigo, ¿lo harás? –

- Lo haré –

- Gracias. Me despido para no hacerte perder más tiempo –

- Será lo mejor. Ya nos veremos abuelo –

- Cuenta con ello. Gracias de nuevo por tu ayuda –

- No hay problema. Buenas noches abuelo –

- Buenas noches Niko –